Hace unos años instalé una encimera granito en mi cocina y, siendo sincero, me encantó desde el primer momento. El granito tiene esa sensación de lujo y durabilidad que pocos materiales pueden igualar. Pero, con el paso del tiempo, empezaron a surgir pequeñas manchas y el brillo se fue perdiendo debido a las actividades cotidianas. Me pregunté si cambiar el acabado de la encimera sería una buena idea, sin embargo, me sorprendió descubrir lo complejo que puede llegar a ser.
Primero investigué sobre los costos. Cambiar el acabado de una encimera de granito puede salir entre 500 a 2000 euros, dependiendo del tamaño y el nivel de desgaste. Un profesional me mencionó que el pulido de una superficie de 10 metros cuadrados puede tardar unas 4 horas y requerir un equipo especializado. Los discos de diamante, por ejemplo, son uno de los métodos más usados en esta industria para eliminar imperfecciones y recuperar el brillo, pero también tienen un costo significativo.
Hablé con un amigo que trabaja en una empresa de construcción. Me comentó que modificar el acabado de una encimera instalada implica varios riesgos, entre ellos, dañar el granito o afectar la superficie de los muebles. Recordé una situación similar que enfrentó una conocida cadena de restaurantes, que decidió cambiar los acabados de sus encimeras de granito en todas sus sucursales. El proyecto estuvo lleno de complicaciones y retrasos, y el costo final superó el presupuesto inicial en un 30%.
Otra opción que consideré fue aplicarle un nuevo sellador. Este proceso es menos costoso y más rápido, alrededor de dos horas por etapa y a un costo de 100 a 300 euros por metro cuadrado dependiendo de la calidad del sellador. Sin embargo, también mi amigo experto me aclaró que no es una solución permanente y que se debe repetir cada 1 a 3 años para mantener la apariencia y proteger la superficie.
Pensé en si debería intentar hacerlo yo mismo para ahorrar costos. Busqué en foros y blogs, y aunque muchos entusiastas del bricolaje afirmaban haberlo logrado, la mayoría también admitía que el resultado no siempre era perfecto. Vi un video de un canal de reformas donde el anfitrión intentó pulir una encimera de granito, y aunque el resultado fue bastante bueno, él mismo admitió que el proceso era tedioso y demandante físicamente.
Terminé consultando a un experto en restauración de granitos, quien lleva más de 20 años trabajando en la industria. Me explicó en detalle que el cambio de acabado implica múltiples etapas: limpieza profunda, pulido inicial, sellado, y un pulido final para asegurar el brillo. En cada paso, el riesgo de dañar la piedra está presente. Además, enfatizó la importancia de las condiciones ambientales. La humedad, las temperaturas extremas o el polvo pueden afectar el resultado final.
Finalmente, llegué a la conclusión de que, aunque es técnicamente posible cambiar el acabado de una encimera de granito instalada, no es un proceso sencillo ni barato. Además, requiere de conocimientos especializados y equipo adecuado. Mi amigo también me recordó una historia de un hotel de lujo que intentó renovar las encimeras de sus baños, y un error en el pulido causó daños irreparables en varias piezas, llevando a reemplazos costosos.
Así que, si estás pensando en cambiar el acabado de tu encimera de granito, te recomendaría evaluar bien los costos, los riesgos y tal vez considerar mantener el acabado actual con un buen mantenimiento. Después de todo, el granito es conocido por su durabilidad y belleza, y con los cuidados adecuados puede durar muchas décadas sin perder su atractivo.